RD AL ROJO VIVO: ONU en la Mira, Frontera Bajo Amenaza y la Marcha que Desafía.
RD, SANTO DOMINGO. La viralidad de un video en redes sociales, que captó la crudeza de un asalto a mano armada, se ha convertido en el catalizador para el rápido desmantelamiento de una banda de presuntos delincuentes que operaba en Manoguayabo. En menos de una semana, la presión mediática y un intenso seguimiento policial han dejado un saldo de un implicado muerto en un enfrentamiento y otros dos que, acorralados, optaron por entregarse a las autoridades.
El primer eslabón en caer fue Joel Miguel González, también conocido como "El Gato", un hombre calificado por la Policía Nacional como un "reconocido delincuente". Su fuga terminó el pasado martes en el municipio de Villa Altagracia. Según el informe oficial, agentes de la Dirección Central de Investigación (DICRIM) le daban seguimiento cuando este, al verse descubierto, optó por enfrentarlos a tiros. La respuesta de la patrulla fue letal, abatiéndolo en el lugar.
La muerte de González marcó un punto de inflexión. El video del atraco, que se propagó como la pólvora en redes sociales y medios de comunicación, no solo generó indignación pública, sino que se convirtió en la principal herramienta de presión contra sus cómplices. La cara de los asaltantes estaba en miles de teléfonos, y el cerco se cerraba.
Poco después, Gilbert Cabrera Durán, alias "Gilbert", tomó una decisión drástica. En una escena que contrasta fuertemente con la violencia del robo que se le imputa, se presentó voluntariamente en el Palacio de la Policía Nacional. No lo hizo solo. Llegó acompañado de su abogado, Bienvenido Merán, y arropado por sus padres, Eulalio Cabrera y Aleda Durán Peña, junto a otros familiares. Fue recibido por el director de Comunicaciones Estratégicas de la institución, coronel Diego Pesqueira, formalizando una entrega que evidencia la insostenible situación para los fugitivos.
Siguiendo un camino similar, Braylin José Gómez Castillo, alias “El Rubio”, de 27 años, se convirtió en el tercer implicado en quedar bajo custodia. También eligió la entrega voluntaria, presentándose ante la Unidad de Captura de Prófugos, Rebeldes y Condenados del Ministerio Público, demostrando que la colaboración entre las distintas agencias de seguridad estaba dando resultados.
Tanto Cabrera Durán como Gómez Castillo están ahora en manos del Ministerio Público, que procederá con la formulación de cargos para los fines legales correspondientes.
El caso, sin embargo, no está cerrado. Las autoridades han dejado claro que la investigación continúa, ya que se presume la participación de más personas en esta y otras actividades delictivas. Mientras tanto, la resolución parcial de este sonado atraco deja una doble lección: la contundencia de la acción policial y el innegable poder de la vigilancia ciudadana en la era digital, capaz de acorralar a quienes actúan al margen de la ley hasta no dejarles más salida que la rendición o la confrontación.
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